Tuve la posibilidad de asistir al evento gracias a un compañero del Instituto donde estudio Gastronomía, que ganó dos entradas en un concurso y, muy generosamente, me regaló una. Así que nos encontramos en la puerta del Predio Ferial La Rural y, con cámara en mano, entramos. Estaba ansioso porque era mi primera introducción al aspecto social del mundo Gastronómico. Donde iba a haber mucha gente como yo, o al menos, como yo quisiera ser en unos pocos años, un Chef a cargo de la cocina de un restaurante de vanguardia. Por lo que esta era una excelente oportunidad de, siendo estudiante, poder mezclarme con gente que tiene años de experiencia en este rubro. O eso es lo que pensé al principio. No pasaron muchos minutos hasta que, con mi compañero, notamos un marcado desinterés de parte de los expositores hacia nosotros. Lo que si me tomó un poco más de tiempo fue adjudicar ese desinterés al hecho de que nosotros éramos estudiantes y no "visitantes profesionales con alto poder de decision". No solo esto me produjo un poco de incomodidad (que segundos después se convirtió en fastidio) sino que dificultaba la satisfacción de dos de los tres motivos por los cuales fuimos al evento: Degustaciones y Merchandising! Pero bueno, finalmente me cansé de la actitud pasiva y tomé una más activa (por no decir ofensiva) en cuanto al trato con los expositores y promotoras (que poco y nada sabían de los productos) lo cual ayudó a remontar la experiencia de Hotelga 2011, que luego fue coronada por el Torneo Nacional de Chefs, que tuvo lugar en el mismo predio, el cual fue muy interesante.
En resumen, zafó. Si bien pudimos ver nuevas tendencias gastronómicas muy interesantes, la actitud vendedor desesperado de los expositores la cual provocaba que nos ignoren solo por no ser profesionales dejó mucho que desear, ya que, después de todo, el estudiante de hoy, es el Chef de mañana.
Sr. Expositor, usted se la pierde.
RW
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