11 abril 2013

Sr. Profesional Gastronómico

Después de dos años llenos de conocer nuevos ingredientes, nuevos aromas, nuevos sabores, nuevas manchas en el uniforme, nuevos compañeros, nuevas técnicas, nuevas herramientas, nuevos cortes en los dedos, nuevos chefs, nuevas culturas y corrientes gastronómicas, nuevas quemaduras en las manos, nuevos aumentos en la cuota, en fin, después de 24 intensos meses de conocer tantas cosas nuevas, finalmente me recibí de Profesional Gastronómico.



Y no solo eso, también Tef se recibió de Pastelera Profesional! (lo cual me infla el pecho de orgullo) Así que hay equipo, eh!

Esto es muy bueno por tres cosas:
  1. Ahora voy a tener más tiempo para escribir en el blog.
  2. Tengo nuevas técnicas y recetas para compartirles.
  3. Ya no tengo una gran cuota que pagar* y voy a poder volver a comer carne.

Ariel Rodriguez Palacios es el director del instituto donde estudié (IAG) y en la entrega de diplomas habló de varias cosas, pero lo que más me quedó fue escucharlo resaltar la importancia de compartir el conocimiento gastronómico y como eso puede cambiar la cultura general de un país entero. Y ahí me acordé de ustedes, y de como me alegra cada vez que alguien comenta o me manda un mail diciendo que le sirvió la nota que escribí o preguntando algo o diciendo "lindo blog". Inclusive los que no comentan, a ustedes también los veo! Gracias a Google Analytics, aunque se escondan, se que nota están mirando, se cuanto tiempo se quedaron en el blog, así que aunque no digan nada, se que les gusta lo que escribo (muajajaja), tontines, no sean timidos y comenten algo, pidan recetas, estoy para ayudar!

En resumen, gracias a todos los que me acompañaron con buena onda en esta especie de recetario virtual.

Osvaldo Gross, el artista por el cual me inscribí en el IAG. Desde verlo haciendo mini gateaux en El Gourmet a cruzarlo
en los pasillos del Instituto siempre saludando como si fuera un alumno más. Que gran decisión seguirte al IAG!

Enciendan el horno, que seguimos!
RW.


*Solo quería aclarar, más allá del chiste, que si bien la cuota del IAG es alta, vale cada centavo. Lo bueno cuesta caro, y habiendo completado mis estudios ahí, puedo recomendar 100% el Instituto Argentino de Gastronomía. La calidad de la materia prima con la que trabajamos, las herramientas, las instalaciones y sobretodo el staff de profesores son de PRIMER nivel. 

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